Sara FernándezYolanda Chacón es la presidenta de la asociación Maullidos Urbanos Save Me, una organización sin ánimo de lucro que se encarga del cuidado de los gatos de Sant Pere de Ribes (Barcelona). A continuación, se presenta para Aula News:
¿Como nació Maullidos Urbanos Save Me?
La asociación empezó como un grupo vecinal para sacar una colonia mal ubicada en medio del pueblo. Queríamos reubicarla porque donde vivían los gatos iban a construir, y aprovechamos que una de nosotras tenía jaulas para capturar y empezamos con la labor. Durante la pandemia fuimos rescatando gatos y los trasladábamos a ubicaciones más seguras.
Ustedes quisieron crear una gatera municipal.
Sí, esa era la idea, pero como grupo vecinal no se nos tenía en cuenta. Así que para poder colaborar con el ayuntamiento, presentamos nuestra petición y empezamos la gestión para formalizar la asociación y poder ayudar a más animales.
Como asociación tienen mucho trabajo. ¿Cuáles son las labores principales que llevan a cabo?
Principalmente, gestionamos las colonias del municipio con ayuda de cuidadoras, lo que antiguamente se conocía como alimentadoras, coordinamos nuestras capturas con el Ayuntamiento y acudimos a todo tipo de aviso de rescate de animales heridos, camadas, animales abandonados, maltratos… Gestionamos y suministramos todo lo necesario a casas de acogida (alimento, arena, veterinarios…), y nos encargamos de recaudar fondos para conseguir pagar vacunas y demás gastos médicos, ya que a pesar de que colaboramos con veterinarios y nos dejan precios más económicos, tenemos que pagar igual.
¿Y los mayores desafíos con los que os encontráis?
Van desde conflictos vecinales a personas violentas en contra de nuestro trabajo, y también como gestionar y cuidar nuestras redes sociales, ya que no somos muy conocedoras de estas. Pero, principalmente, los mayores problemas que tenemos son con otras personas, como gente que está en contra de las cuidadoras. Nosotras damos la cara por ellas, somos las mediadoras y si vemos que el problema va a más nos encargamos de contactar con la policía y el ayuntamiento. Tenemos que gestionar esos problemas sin entrar en el conflicto.
Ustedes aplican el CER, que consiste en capturar, esterilizar y retornar. ¿Cómo lo llevan a cabo?
Capturamos estos gatos y los llevamos al CAD (centro de acogida de animales domésticos) para que los esterilicen y tras esto devolverlos a la libertad. En algunos casos, si vemos que hay gatos más apegados, el CAD procede a darlos en adopción, lo mismo con gatas embarazadas. Pero hay que evaluar los casos porque hay muchos gatos que no van a querer ir a vivir a una casa.
Sin duda es un proceso que ayuda a estos animales. ¿Podrías explicar sus beneficios?
El hecho de castrar a los gatos salvajes sirve para evitar problemas en las madres durante la etapa de embarazo, ya que en libertad puede ser peligroso para ellas y para sus crías, además de que si les pasa algo a ella, los bebés morirían. Generalmente ya es complicado que una camada salga adelante en la calle, están sujetos al frío, al calor y muchas otras amenazas como coches o envenenamientos. Además, por otro lado, que las colonias estén esterilizadas ayuda a evitar la transmisión de enfermedades y hace que el comportamiento entre ellos sea mucho mejor, sin peleas y confrontaciones.
Lo más importante es que sean conscientes de que es un animal no un juguete
¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de adoptar un animal?
Tomar conciencia de lo que representa una adopción. No están adoptando un muñeco, es un ser vivo. Tienen que tener medidas de seguridad en su casa, ser responsables, y estar por el animal, tienen que interactuar con él, cuidarlo, asegurarse de que esté bien, que tenga buena salud… Y, sobre todo, tienen que quererlo, porque es uno más de la familia. Lo más importante es que sean conscientes de que es un animal no un juguete.
¿Cuál es el proceso para adoptar un gato?
Empieza cuando publicamos en nuestras redes sociales los animales en adopción. Una vez el adoptante se pone en contacto con nosotros, tenemos una reunión con la casa de acogida donde están esos animales. Tras esto, viene la persona interesada a verlo, y a pesar de que ya vienen buscando alguno que han visto en fotos, muchas veces se acaban llevando otro. Tienen que tener una conexión con el animal y ver como es, realmente siempre decimos que es el gato quien elige al dueño.
¿También sucede así con las crías?
En caso de que sea un gato muy pequeño, nosotros no lo damos hasta que cumple al menos 2 meses. Los gatos se empiezan a vacunar a esa edad, cuando son más pequeños son muy delicados, hay que tener mucha disponibilidad para criarlos. Y además, cambiarlos de casa sin estar vacunados puede ser un problema, ya que, cuando un gato cambia de hogar puede tener estrés, y cuando esto les pasa tienen las defensas muy bajas, y al estar sin vacunar se pueden poner enfermos. Por eso los damos pasados los dos meses.
¿Es complicado el proceso de adaptación a un nuevo hogar?
Si es con gatos más pequeños resulta más fácil aunque en la casa hayan gatos adultos, ya que son más dóciles y serán más propensos a jugar. En cambio con los gatos adultos que se tienen que adaptar puede ser más difícil. Por ello, nosotros a los adoptantes les ofrecemos unas guías que explican cómo tener espacios tranquilos para ellos, dejarles su tiempo en casa y no presionarlos. A los gatos adultos les hacemos mucho más control, y ofrecemos mucha más ayuda, para asegurarnos de que tanto el gato como el adoptante estén bien.
Proteger y cuidar a los gatos no es tarea fácil.
El cuidado de los animales es una de las labores sociales más incomprendidas y poco valoradas por la sociedad, pero compensa ver a los animales llegando a sus nuevas familias. Se necesita mucho tiempo libre, constancia, vocación, esfuerzo y sobre todo compromiso. Para hacernos una idea, en el grupo original de la asociación éramos 30 personas, ahora somos 4, pero prefiero que seamos pocas y con mucha energía, a 30 y que nadie haga nada.
